Próxima parada en ti

Hola Internauta
Hablemos sobre los trenes, no sobre su forma, su importancia en una sociedad bien organizada (que la tienen), ese no es nuestro estilo.
Hablemos de los trenes como ese espacio/tiempo que pueden llegar a ser.
Los trenes pueden tomar muchas formas depende la persona que los tome, para algunos será ese trayecto insufrible; otros consiguieron sus metas académicas en base al tiempo que estaban en ellos; otros dibujaran una sonrisa porque van a ver a alguien especial, otros irán agobiados estarán discutiendo con su pareja, justamente entraremos a un túnel y los nervios lo devoraran… y podría seguir enumerando tantas situaciones como humanos usan este medio de transporte.
Yo mismo empecé a maquinar ese sitio web, mientras mis pensamientos se diluían en traqueteo del tren.
Un pequeño disclaimer, esto como todo aquí es lo que he vivido, pensado y/o experimentado.
Los trenes para mi se convirtieron en espacio tiempo muy especial y diverso.
Era ese momento donde el ajetreo mental, se encuentra de frentes con un momento “estático”, creo que me atrevo a afirmar que vivimos en una sociedad que espera la inmediatez todo es para ayer.
En todos los aspectos y aunque suene triste la gran mayoría estamos obligados a satisfacer esa inmediatez que exige el contexto en el cual vivimos, finalmente llegara ese momento (habitualmente tarde) donde paras, sin ser capaz de entender porque llegaste hasta ahí, sabes el cómo, pero no él por qué.
Si estas leyendo esto con la grandísima suerte de saber a donde vas y el porqué, enhorabuena no pierdas eso, es muy valioso, si no tienes la suerte de la dispone el lector de ejemplo de antes tal vez esto te interese o no.
Podríamos usar el tren como nuestro momento para dejar florecer esos pensamientos que han estado moviéndose entre bambalinas esperando a que acabara la función la cual nos vemos obligados a representar.
Todo se calma, todo es estático a la vez que estamos en movimiento, aquello que hemos estado cociendo sin ser conscientes gracias al bullicio en el que vivimos, aprovechemos este momento para probarlo, vemos si es un elixir repleto de umami fruto de que nos estamos enriqueciendo[1] o si por el contrario a cogido un fuerte sabor amargo porque se ha quemado o porque nos hemos quemado, pero total… es solo un caldo, es solo un día.
Usemos el tren para algo tan ancestral como nuestra propia existencia, pensar y reflexionar.
En la anterior línea no seria valido escribir y/o, únicamente y, pues pensar sin reflexionar implica obviar todo aquello que hayamos podido iluminar.
Pensar muchas veces es un acto involuntario, la reflexión sin embargo es voluntaria.
No obviemos eso que somos capaz de idear, porque tengamos un camino que seguir.
No tengo mucho más que añadir usad a vuestro favor los trenes o buscad vuestro tren.
Pese a que esto ultimo sea contradictorio a todo lo expuesto en este texto, también si os apetece o simplemente lo necesitáis apagaos en el tren, por suerte disponemos de infinidad de trenes que usar a nuestro favor.
Como ultimo apunte los trenes no solo se pueden disfrutar en soledad, puede ser ese momento entre vuestro hogar y el inicio de una aventura con vuestro fiel compañero de viaje, pueden ser interminables partidas de cartas con vuestros colegas o el momento en el cual consigues abrirte completamente con un igual.
Usad el tren, disfrutad de el y respirad.
Por favor respeten al resto de viajeros, que se encuentre en su tren no implica que este recorriendo el mismo trayecto.
Nos leemos, gracias.
[1] Creo que es obvio a que no hago referencia a un aspecto económico.